Los fisioterapeutas pueden trabajar en colaboración con los especialistas en fertilidad para abordar las necesidades de cada paciente de manera personalizada, lo que genera un enfoque multi/interdisciplinario para el tratamiento, ayudando a la planificación de programas de ejercicio adecuados que complementen el tratamiento médico y ofreciendo orientación sobre la movilidad y la prevención de problemas musculoesqueléticos durante el proceso.